Cítese como:
- GOROSABEL LARRAÑAGA, Oier. 2023. Félix Ruiz de Arcaute: lecciones de intermediación en conflictos. Actas del 14º EuroSpeleo Forum 2022 - XI Congreso Español de Espeleología. Cantabria - Castilla y León. Pp:11-14.
Resumen / Abstract
Félix Ruiz de Arcaute van der Stucken (1927-1971) fue uno de los principales espeleólogos europeos del S. XX. En su trayectoria de investigación, larga para la época, realizó numerosas contribuciones entre las cuales destacaremos aquí su capacidad de buscar un entendimiento entre equipos de espeleólogos antagónicos, o incluso abiertamente hostiles entre sí. Considerando que esta es una valiosa enseñanza de la que nuestro colectivo puede beneficiarse actualmente, expondremos algunas situaciones conflictivas en las que intervino (Larra 1960, Cosyns-Queffelec, ARSIP, Lonné-Peyret...) y las claves principales que usó para contribuir a su resolución.
Félix Ruiz de Arcaute van der Stucken (1927-1971) was one of the leading European cavers of the 20th century. In his research career, long for the time, he made numerous contributions, among which we will highlight here his ability to seek an understanding between teams of speleologists who were antagonistic, or even openly hostile to each other. Considering that this is a valuable lesson that our group can currently benefit from, we will expose some conflictive situations in which he intervened (Larra 1960, Cosyns-Queffelec, ARSIP, Lonné-Peyret...) and the main keys that he used to contribute to their resolution.
1. EL ARTE DE TENDER PUENTES
En el siglo XX nació la espeleologia cientifica, que vivió su Edad de Oro en Larra, territorio fronterizo entre Francia y España. En torno a este lugar centró su actividad Félix Ruiz de Arcaute van der Stucken (1927-1971). Arcaute llegó a ser un personaje clave de la espeleología mundial (Ereña y Abendaño, 2007), hasta el punto de que, 50 años después de su muerte, una frase suya que refleja el carácter colectivo de la investigación del karst ("El eslabón no es nada ; lo que importa es la cadena") persiste como lema internacional de los espeleólogos.
Arcaute mostró una interesante capacidad de aglutinar a equipos de procedencias o intereses muy distintos. Este aspecto, quizás el más determinante en la referencialidad de Arcaute, es el que trataremos de destacar hoy exponiendo diversas situaciones conflictivas en las que Félix intervino durante las aproximadamente dos décadas en las que se mantuvo en activo.
2. LAS BASES
Arcaute fue educado en valores liberales. En su adolescencia conoció la ocupación alemana de Bélgica, donde llegó a participar en sabotajes contra el ejército nazi (Gorosabel, 2021). Destinado a hacerse cargo de la gerencia de la empresa papelera familiar de Tolosa, (Guipúzcoa), fue enviado a Grenoble (Francia) a estudiar; allá conoció el mundo subterráneo.
Llegó a España en 1949, trabando relación con los espeleólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi donde encontró, en pleno franquismo, una interesante amalgama de gente de ideologías contrapuestas que compartían el interés por la ciencia. Simultáneamente tuvo que cumplir el servicio militar en Navarra, donde trabó relación con espeleólogos de Estella y Pamplona. Al mismo tiempo, siguió manteniendo relaciones con sus compañeros de Grenoble.
En 1954 los grupos con los que se movía Félix (Aranzadi, Pamplona, Estella) realizaron su primera campaña en Larra, macizo montañoso donde espeleólogos de diversas nacionalidades venían trabajando desde hacía medio siglo. De esta forma, Arcaute y compañía llegaban a su "mayoría de edad" subterránea, y se situaban en la élite de la espeleología europea. Asimismo, establecieron relaciones con más grupos (Álava, Vizcaya, Burgos) e incluso realizaron la convocatoria de las I Jornadas Vasco-Navarras de Espeleología (Arantzazu, 1956) para "estrechar los lazos entre espeleólogos del norte de España".
3. LARRA 1960
La expedición hispano-francesa de Larra en 1960 fue un punto de inflexión organizativo, tanto por sus dimensiones (más de 100 espeleólogos participantes) como por el hecho de ser la primera colaboración transfronteriza importante. En este contexto, un equipo de espeleólogos políglotas entre los que se encontraba Arcaute sirvió de enlace entre los expedicionarios de ambos lados de la frontera; en esa época, la distancia social, cultural y política entre los ciudadanos de ambas naciones eran mayores que ahora y Félix hizo un gran esfuerzo para promover la relación de los espeleólogos por encima de nacionalidades ("las palabras España y Francia son mortales para La Pierre Saint Martin"). La expedición fue un éxito, y Félix fue adquiriendo rodaje en el arte de limar asperezas, que ejercería en situaciones más complicadas como las que expondremos a continuación.
Félix Ruiz de Arcaute (izquierda) con el topógrafo Antoine Saunier, en la campaña de Larra 1960. Fuente : archivo Jacques Sautereau de Chaffe. |
4. DE LA COMPETENCIA A LA COLABORACIÓN
Tras la apertura de la segunda entrada al Sistema de la Piedra de San Martín (túnel de La Verna), el trabajo en la cavidad se facilitó de forma notable. Así, diversos grupos exploraban allá de forma simultánea, con los consiguientes problemas de coordinación que perjudicaban a la eficiencia de las exploraciones.
Por otra parte, a mediados de los años 60, los grupos de espeleología en la zona estaban polarizados en torno a dos figuras de referencia: Max Cosyns y Corentin Queffelec. El primero, que venía trabajando en la zona desde la década de 1930, fue el promotor principal del Grupo Espeleológico de la Piedra de San Martín (GSPSM) que había conseguido en 1951 encontrar el primer acceso a un río subterráneo en la zona; pero a raíz de la muerte del expedicionario Marcel Loubens, fue marginado de dicho equipo prosiguiendo sus exploraciones primero en solitario, y a partir de 1960 con el Groupe Spéléo Hautes Pyrénées (GSHP). En cuanto a Queffelec, había entrado en el GSPSM como ingeniero mecánico para sustituir a Cosyns, tomando las riendas de este grupo y los que le sucedieron; tras la campaña de Larra 1960, Arcaute se convirtió en estrecho colaborador de Queffelec.
A pesar de trabajar en la misma zona, estos dos equipos se ignoraban entre sí. Reparando en lo absurdo de la situación, Arcaute y otros "conspiraron" para lograr un acercamiento entre Queffelec y Cosyns, que se reunieron finalmente en 1963, acordando trabajar en adelante de manera coordinada (Queffelec, 1968).
5. CHOQUE DE GENERACIONES
Entre 1965 y 1967 se dio una situación interesante donde Arcaute no jugó exactamente el papel de intermediario, ya que estaba alineado con una de las partes; pero aun así merece la pena que reparemos en su intervención porque fue realmente constructiva.
En ese período, los equipos que trabajaban en el sistema de la PSM buscaban insistentemente una tercera entrada que permitiera ahorrar las larguísimas marchas de aproximación a los terminus de exploración río arriba. El equipo que trabajaba en el paraje denominado Arres d'Anie estaba compuesto de una amalgama de jóvenes unidos bajo el nombre Basabürüko Lezentzat (BL), que exploraba varias simas de gran profundidad bajo la dirección de Cosyns.
En la primavera de 1966, la mayoría de estos equipos se habían integrado en la Association pour la Recherche Spéléologique Internationale á la Pierre-Saint-Martin (ARSIP); ese año todos los ojos estaban sobre los jóvenes del BL, que eran quienes más posibilidades tenían de "pinchar" el sistema de la PSM.
En este momento histórico se enfrentaron dos formas de entender la espeleología: los jóvenes de los Arres usaban la nueva técnica de exploración con sólo cuerda, que permitía incursiones rápidas con poco material; el estilo de Arcaute y sus amigos, en cambio, era el clásico: expediciones pesadas, lentas, numerosas, con escalas y cuerdas de seguro. Esto produjo rifirrafes de alto voltaje que enrarecieron el ambiente entre los espeleólogos.
El 23 de agosto se preparaba el ataque definitivo a la sima conocida actualmente como Basabürüko Lezia o Tête Sauvage. Arcaute solicitó formar parte del equipo de punta, pero los jóvenes lo rechazaron. Félix aceptó la negativa; pero consciente de lo que estaba por suceder, preparó el famoso texto que los exploradores llevaron al fondo de la sima: “Hasta aquí llegaron los hombres de punta del Basabürü, que bajaron desde los Arres d'Anie a la sima de la Tête Sauvage, en el contexto de las operaciones organizadas por el ARSIP. Estos hombres no representan más que el último eslabón de una larga cadena de personas y esfuerzos iniciada en 1950. El eslabón no es nada, lo que importa es la cadena" (ARSIP, 2016).
6. DESAVENENCIAS EN ARSIP
Los problemas que había en Larra no eran únicamente generacionales. La razón de ser de ARSIP era coordinar equipos que no se llevaban bien entre sí, e inicialmente las tensiones internas fueron constantes. Esto dio a Félix sobradas ocasiones para poner a prueba sus habilidades speleo-diplomáticas, sin llegar nunca a cortar la comunicación con sus principales adversarios: "(...) el ARSIP no es más que una ficción pseudo-jurídica útil solamente cara al exterior, para obtener eventualmente apoyos oficiales. Pero si no está realmente sancionada por una auténtica AMISTAD entre sus componentes, no tiene más valor que el papel higiénico sucio que no se osa tocar más que con pinzas. Cuando dimití de esta minúscula organización devenida un insignificante gallinero hace unos 15 meses, calculé que os harían falta dos años para daros cuenta de ésto, o llegar a la descomposición total. Por tanto, es tiempo de que intentéis tirar a la basura vuestras pequeñas ambiciones y vuestros pequeños rencores, (...) Isaac y yo no tenemos inconveniente en volver al ARSIP si las cosas empiezan a funcionar entre vosotros. (...) Y no olvides que como españoles, es decir como buenos anarquistas, las palabras «Organización oficial» son para nosotros sinónimo de «canasta de cangrejos»... Termino este sermón apostólico y ligeramente nacionalista deseándote unas buenas Navidades." (carta a Rubén Gómez, 8 de diciembre de 1969).
Afortunadamente, Félix no acertó en sus previsiones y el ARSIP sigue existiendo, gozando por cierto de muy buena salud.
7. LONNÉ-PEYRET
El último conflicto en el que Arcaute intervino ilustra el carácter colectivo de la espeleología, al tiempo que da una lección de ética.
A finales de julio de 1970, Félix prospectaba en Larra con el CRSL de Lieja (Bélgica). Desobstruyeron la sima hoy conocida como GL-4 Lonné-Peyret; y aunque Arcaute tuvo que marcharse, los belgas la siguieron explorando hasta -120 m. Ya de vuelta en Bélgica, escribieron a Félix informándole de los avances en la sima, que denominaron "Gouffre Yvette".
Pocos días después, Arcaute volvió a la cavidad con otros amigos. Tras descender el primer p13, se quedaron en la cabecera del siguiente (sin saber que los del CRSL ya lo habían descendido el 28 de julio) y, juzgándolo interesante, pasaron la información al grupo Fontaine-La-Tronche, quienes junto al SC de Rouen (Arcaute tuvo que marcharse de nuevo) procedieron a la exploración llegando hasta -320 m. de profundidad, donde localizaron un gran río. Este hallazgo fue sensacional, dado que se trataba de la segunda gran red subterránea localizada en Larra, tras 20 años de búsqueda.
Cuando llegó a su casa, Arcaute encontró la carta de los belgas informándole los hallazgos del 28 de julio, y se dio cuenta de lo sucedido. La cuestión es que en la organización de la exploración no se tuvo en cuenta el trabajo previo de los jóvenes de Lieja, e incluso se desechó el nombre que ellos habían dado a la sima para denominarla con el del alcalde de Arette, queriendo agradecer a este la ayuda brindada a los espeleólogos durante décadas. Arcaute consideró esto una injusticia hacia los belgas, y se enfadó mucho con Queffelec por ello (Gorosabel, 2021).
Aun así, Félix siguió buscando un entendimiento entre las partes, apelando a la amistad que le unía con ambas, como puede verse en estos dos fragmentos de sendas cartas que Arcaute envió a cada uno de los equipos en liza:
"(...) siempre he sentido la pérdida de una amistad como una verdadera mutilación. Particularmente difícil y penosa cuando me he visto obligado a realizar yo mismo la operación. En espeleología, nada duradero puede realizarse sin ella." (carta al SC de Rouen, 31-8-1970).
"También se forman sólidas amistades. Creo que ya conocéis las que me unen a vosotros. También os he hablado de las que me unen a Jacques Sautereau y a Michel Luquet. (...) si vosotros decidís hacer equipo con ellos y con otros que todavía no conocéis, llegaréis a experimentar la misma solidaridad que sentís en este momento entre los miembros de vuestro pequeño grupo (...)" (carta al CRSL, 4-10-1970).
En esas estaba Félix, cuando un accidente en la propia sima Lonné-Peyret se lo llevó.
8. CONCLUSIÓN
Félix Ruiz de Arcaute siempre trató de transmitir a sus compañeros espeleólogos: que el cultivo de las amistades personales es un factor de unión mucho más sólido que cualquier vínculo documental o asociativo; también demostró que incluso es posible trabajar sin amistad de por medio, o cuando existe una manifiesta animadversión. Para ello hay que trabajar sobre los intereses comunes, obviando las diferencias.
Agradecimientos
A la familia Ruiz de Arcaute Irazuzta, Adolfo Eraso Romero, Jacques Sautereau de Chaffe y Dominique Queffelec, que han aportado su valiosa documentación, archivo epistolar y testimonios.
Referencias
- ARSIP. (2016) Jonction Tête Sauvage Pierre Saint-Martin. 30 août 1966. Une aventure des Basaburu. 50ème anniversaire. ARSIP Info hors-série.
- Eraña, Carlos, Abendaño, Víctor. (2007) Félix Ruiz de Arcaute, una vida de descubrimientos y exploraciones subterráneas. Revista Karaitza 14:26-37. UEV, Oñate.
- Gorosabel, Oier. (2021) Harria eta papera. Felix Ruiz de Arkaute van der Stucken-en biografia. Tolosako Udala, Tolosa. Pp.110-116.
- Queffelec, Corentin. (1968) Jusqu’au fond du gouffre. Record du monde à la Pierre Saint-Martin. Tome 1. Spéléo éditions, Bonnieux, 1994. Pp.109-110.